Debe existir un sistema de evaluación de las técnicas físicas de intervención policial que nos permita evaluar y conocer en tiempo real los defectos de formación

Introducción:

En aras de mejorar el difícil desempeño del trabajo policial, varias investigaciones llevadas a cabo plasmadas en una Tesis Doctoral y artículos científicos en revistas internacionales científicas nos lleva, a que la formación que recibe las personas encargadas de la seguridad en el ámbito nacional e internacional, debe evolucionar en algunos aspectos en cuanto al uso de la fuerza sobre la ciudadanía. No sólo en las técnicas físicas de defensa personal que se vienen empleando en las academias de formación, sino también en ampliar las materias de conocimiento que estos reciben, incluyendo la medicina legal. En concreto, aconsejamos la siguiente bibliografía reciente: “A Legal and Forensic Medicine Approach to Police Physical Intervention Techniques in High-Risk Situations” [1], y la Tesis Doctoral “Estudio de las técnicas físicas idóneas para la intervención que minimicen el riesgo de lesiones en una detención policial. Sistemas monitorizado” [2], donde profundizará en todo lo referente al tema de la lesionología que comentamos a continuación:

A la hora de abordar una detención en una situación problemática inevitablemente se requiere cierto contacto físico entre la policía y la persona a detener, y que puede ser difícil de controlar en términos de la fuerza aplicada. De hecho, las técnicas enseñadas que se derivan de las artes marciales y deportes de combate a menudo requieren golpear o presionar en zonas vitales del cuerpo de la persona a detener. Por lo tanto, se pueden provocar lesiones dependiendo de la zona del cuerpo de la persona objetivo y de la fuerza con la que se golpea o presiona. Aquí es donde pensamos el cambio de paradigma: se debe evolucionar y buscar procedimientos de intervención policial que minimicen los riesgos a los que son expuesto actualmente tanto la policía como la ciudadanía.

Método:

Cara a la evolución y análisis científicos de los riesgos producidos en el desempeño de las funciones policiales, se utilizaron diferentes perspectivas criminológicas, apoyadas en la Ingeniería Biomédica.

Desde la perspectiva de la medicina legal y forense.

A modo de mapa, en el cuerpo humano se pueden marcar una serie de áreas rojas, amarillas y verdes, con las que se indican zonas de alta, media y baja vulnerabilidad:

Al golpear o presionar algún área de alta vulnerabilidad, es muy probable que provoque daños irreversibles o incluso la muerte.  En estas áreas de alta vulnerabilidad se incluyen las lesiones resultantes de un traumatismo craneoencefálico o cerebral

Lesiones de la columna, cuello, garganta y vías respiratorias, problemas de presión arterial

Problema cardiopulmonar, lesiones de costilla, abdominal. Los daños fatales y las lesiones resultantes de la práctica de deportes de combate también incluyen en esta área de alta vulnerabilidad

Áreas de vulnerabilidad media. Se encuentran principalmente en las extremidades superiores e inferiores (manos, muñecas, codos, rodillas y pies)

Áreas de baja vulnerabilidad. También se encuentran en las extremidades superiores e inferiores, pero consisten principalmente en músculos grandes (p. Ej., Cuádriceps femorales, glúteos, tríceps braquiales) cuyo golpe puede causar dolor agudo, pero sin lesiones graves. Otras zonas apenas vulnerables incluyen el borde tibial anterior y las articulaciones grandes, como los hombros, que se lesionan con menos facilidad al bloquearse. El trauma en una zona «verde» obviamente puede causar lesiones (por ejemplo, contusión, equimosis, ruptura de fibrillas, tendones o músculos); el resultado, sin embargo, rara vez es tan grave como el de golpear zonas vulnerables o vitales

Desde la perspectiva de la Ingeniería Biomédica.

A fin de llevar acabo un análisis más real sobre el uso de la fuerza en el ámbito policial y tratar de bajar la subjetividad en las intervenciones policiales, que se produce en los procesos penales, se llevó a cabo unas pruebas de ingeniería biomédica con los siguientes sensores inerciales.

Tratando de poner un poco de ciencia a la hora de tratar sobre los límites del uso de la fuerza, en los procesos penales.

Resultados:

Atendiendo a todo lo expuesto en la medina legal y forense, y siempre bajo la premisa de garantizar la seguridad ciudadana y de velar por la vida y la integridad física de las personas, teniendo en cuenta que todas las actuaciones policiales deben estar regidas por los principios de Congruencia, Oportunidad y Proporcionalidad, podemos decir que los procedimientos y técnicas empleados por las o los agentes policía, para inmovilizar y detener a un individuo deben recaer, siempre que sea posible, y en base al uso proporcional de la fuerza que las leyes exigen, sobre puntos no vulnerables o zonas verdes del cuerpo humano, [1] según la siguiente imagen.

El sistema de evaluación de las técnicas físicas de intervención, TFIs, policial que permitió conocer en tiempo real los defectos de formación, se ha basado en el uso de los sensores inerciales Hykso y PIQ. En la siguiente tabla, se compara la formación en las TFIs provenientes de artes marciales y deportes de combates, con las de  formación OTP, un nuevo procedimiento que minimiza los riesgos de lesiones.

Las velocidades máximas de las técnicas OTP son inferiores a 21 Km/h para el sensor Hysko y 18 Km/h para el sensor PIQ.

Son valores muy por debajo a los de las TFIs policiales clásicas que llegaron a 37,8 Km/h, alcanzadas en las técnicas de golpeo al saco de boxeo.

En definitiva, con las TFIs policiales OTP, a mayor nivel de formación se alcanza un mayor control de las velocidades de maniobras de reducción al oponente. Donde si se produce un golpe fortuito será de baja velocidad. Por otro lado, en las TFIs policiales clásicas, a mayor nivel de formación, no existe diferencia en el control de las velocidades sobre las técnicas de golpeo libres al saco de boxeo. Con esas velocidades, un golpe fortuito podría ser de cierto carácter lesivo en función del área de impacto, dentro de las distintas zonas de lesividad.

Conclusiones:

Con este tipo de investigaciones, proporcionamos métodos científicos reales, aportando herramientas como los sensores inerciales para poder evaluar objetivamente la actuación policial, y para que nos alejemos de la subjetividad del uso proporcional de la fuerza que a día de hoy queda en manos de Fiscales, Médicos Forenses y demás personal actuante en sedes judiciales.

El beneficio es doble. Por un lado, la ingeniería biomédica puede proporcionar herramientas para una mejora de la formación policial. Por otro lado, se puede utilizar estos nuevos recursos en peritaciones judiciales sobre el uso de la fuerza .

Bibliografía:
  1. José C. Vera-Jiménez , José A. Lorente , Lucas González-Herrera , et al. A Legal and Forensic Medicine Approach to Police Physical Intervention Techniques in High-Risk Situations. International Journal of Environmental Research and Public Health. April 2020.https://doi.org/10.3390/ijerph17082809
  2. “Estudio de las técnicas físicas idóneas para la intervención que minimicen el riesgo de lesiones en una detención policial. Sistemas monitorizado” Tesis Doctoral, https://www.amazon.es/dp/B087D4WWPT/ref=cm_sw_em_r_mt_dp_U_zCOOEbB5F6831
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